Nacido donde las nubes besan la piedra del Himalaya,
Cordyceps vive donde pocos han crecido.
Una unión de hongos, de tierra y cielo,
Enseña a los que están en tierra cómo volar.
Combustible para los cansados, aliento para los débiles,
Fuerza en los momentos que no podemos hablar.
Alimenta el fuego sin la llama,
Una oleada silenciosa en nombre de la naturaleza.
Cada gota contiene el aliento y la chispa de la montaña,
Un pulso dorado en un cristal tan oscuro.
La elección soberana de quienes se atreven,
Vivir con poder, audaz y raro.